Las renovables captan la atención global ante las graves y múltiples crisis
El uso de las renovables como fuente de energía segura y asequible crece mientras una crisis energética sin precedentes dispara la inflación y profundiza el desequilibrio climático, así lo concluye un reciente estudio de REN21. Los sectores de: edificios, industria, transporte y agricultura continúan incrementando su consumo de energía renovable en respuesta a la crisis energética mundial. El incremento continuado de los precios de los combustibles fósiles y el riesgo de escasez de energía, junto con compromisos climáticos más firmes, marcos políticos específicos y avances tecnológicos recientes, han sido los principales motores del aumento del uso de energías renovables en estos sectores, especialmente de eólica y solar. Sin embargo, las energías renovables siguen encontrando obstáculos, al no poder competir en igualdad de condiciones con los combustibles fósiles, que continúan fuertemente subvencionados.
La red global para la energía renovable REN21 ha publicado el primer módulo de su Informe Global del Estado de las Energías Renovables de 2023 (Renewables Global Status Report (GSR) 2023 Collection), que explora las tendencias y oportunidades actuales en la transición hacia las energías renovables en los sectores de mayor consumo energético: edificios, industria, transporte y agricultura.
Las energías renovables han demostrado su valor en todos los sectores de demanda energética, al destacarse como fuentes de energía resilientes, fiables, estables y asequibles, respondiendo con éxito a las actuales crisis globales, de acuerdo con el citado informe.
Los capítulos publicados del informe exploran el crecimiento de la demanda de energía renovable en los cuatro principales sectores de consumo energético -edificios, industria, transporte y agricultura- y son los primeros en una serie de ocho módulos que conformarán la Colección GSR 2023. Los próximos módulos se centrarán en las previsiones del suministro renovable, los sistemas e infraestructura para las energías renovables y las energías renovables para la creación de valor económico y social, así como un resumen global de los hallazgos. La publicación de la totalidad de los módulos está prevista para junio de 2023.
Según el informe de REN21, el aumento del precio de la energía, así como los diversos compromisos políticos destinados a hacer frente a la crisis climática han tenido un impacto directo en la creciente, aunque variable, demanda de energías renovables en edificios, actividades industriales, transporte y agricultura. Los fuertes efectos de la inflación en estos sectores, impulsados por la crisis energética, han desencadenado políticas públicas clave diseñadas para contrarrestar las perturbaciones del mercado y acelerar el crecimiento de la producción, uso y fabricación local de energías renovables.
Varios paquetes de políticas públicas impulsaron la demanda renovable en los sectores de consumo final durante 2022. Entre ellos, los 500 b$ anunciados por Estados Unidos como parte de su Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en ingles) -brindando nueva inversión, créditos fiscales e incentivos hacia los sectores de demanda energética-; el plan REPowerEU de la Comisión Europea; y los exhaustivos planes de hidrógeno renovable de India, que apuntan directamente a la industria pesada y transporte.
Los distintos sectores de consumo energético han respondido a las crisis globales de forma distinta y anunciando nuevas políticas.
En el sector de edificios, los altos precios de la energía y la búsqueda de un suministro de energía sin combustibles fósiles han llevado a un remplazo de las calderas de gas natural por bombas de calor eléctricas, haciendo de 2022 un año récord para las instalaciones de bombas de calor, con un crecimiento interanual del 10%. Este crecimiento fue más notable en Europa, donde el mercado creció un 38%, a medida que los hogares han buscado cada vez alternativas más eficientes y fiables a la calefacción con combustibles fósiles.
Las ventajas económicas de instalar módulos solares en los tejados también se hicieron más notorias para los usuarios, a la vista del aumento de los precios de los combustibles fósiles. Además, la frecuencia de las olas de calor que azotaron Europa, India y China en 2022 puso el foco de atención sobre el creciente papel de los sistemas de refrigeración en la demanda de electricidad.
Las industrias de gran consumo energético fueron las más afectadas por la “policrisis”, ya que el aumento de los costes obligó a algunos fabricantes a recortar la producción o a reubicarse en busca de energía asequible y segura. Las industrias también respondieron directamente comprando energía a proveedores renovables mediante contratos de compraventa de energía, conocidos en inglés como Power Purchase Agreements (PPAs), que permiten a los usuarios establecer tarifas eléctricas fijas a largo plazo y protegerse de los altos costes. Los PPAs aumentaron en Europa un 21% en 2022, superando en seis veces el crecimiento récord de la capacidad de energía renovable instalada por las empresas energéticas ese año para proveer electricidad. Los parques industriales basados en energías renovables también se hicieron más atractivos a la luz de la crisis energética.
En el sector del transporte, los PPA fueron una medida sobresaliente para estabilizar costes y proteger a los usuarios de externalidades y crisis en escala. En el transporte por carretera y ferrocarril, la electrificación surgió como una tendencia creciente y una oportunidad para acelerar la adopción de energías renovables entre los usuarios finales. Los vehículos eléctricos -incluidos aquellos de dos y tres ruedas, así como los autobuses- y su infraestructura de recarga asociada tuvieron otro año récord, con un crecimiento interanual de la inversión del 54%, especialmente en Asia. India, por ejemplo, duplicó su gasto en vehículos eléctricos en 2022.
A pesar de tener el mayor crecimiento en consumo energético, el sector transporte fue el de menor uso de energías renovables a nivel general, con un modesto 4%. Esto indica que el sector necesitará más que una electrificación continua para ser más sostenible y eficiente, y convertirse en un sector totalmente impulsado por energía renovable.
La electrificación también fue una tendencia clave en el sector agrícola junto con el aumento de la independencia energética y el uso de energía geotérmica y de bioenergía. El sector presenció la adopción de energías renovables descentralizadas, especialmente en África, Asia y el Caribe, ya que los agricultores priorizaron el acceso a la energía, la reducción de los costes del combustible y la eficiencia energética. Los usuarios finales del sector agrícola adoptaron los avances tecnológicos y el uso de energías renovables en la producción de alimentos y la refrigeración.
La creación de políticas públicas ha demostrado ser uno de los principales motores para la adopción de energías renovables en los sectores de gran consumo energético. No obstante, múltiples responsables políticos siguen subvencionando los combustibles fósiles y buscando nuevas inversiones en proyectos de extracción de combustibles fósiles, lo cual sostiene las barreras que impiden una mayor adopción de las energías renovables.
