El camino para limitar el calentamiento global a 1,5 °C se ha estrechado, pero el crecimiento de las energías limpias lo mantiene abierto

Llevar las emisiones de gases de efecto invernadero del sector energético mundial al cero neto y limitar el calentamiento global a 1,5 °C sigue siendo posible gracias al crecimiento récord de las tecnologías energéticas limpias clave, aunque el impulso debe aumentar rápidamente en muchas áreas, según una nueva edición del informe de referencia Net Zero Roadmap de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

 

La nueva Hoja de Ruta de la AIE establece un camino global para mantener el objetivo de 1,5 °C al alcance, proporcionando una actualización completa del innovador informe original que se publicó en 2021 y ha servido como punto de referencia esencial para los responsables políticos, la industria, el sector financiero y la sociedad civil. La Actualización 2023 incorpora los cambios significativos en el panorama energético de los últimos dos años, incluido el repunte económico pospandémico y el crecimiento extraordinario de algunas tecnologías de energía limpia, pero también una mayor inversión en combustibles fósiles y unas emisiones persistentemente altas.

Desde 2021, el crecimiento récord de la capacidad solar y las ventas de coches eléctricos están en línea con un camino hacia las cero emisiones netas a nivel mundial para mediados de siglo, al igual que los planes de la industria para el despliegue de nueva capacidad de fabricación para apoyarlo. Esto es significativo, ya que esas dos tecnologías por sí solas representan un tercio de la reducción de emisiones entre hoy y 2030. La innovación en energía limpia también ha brindado más opciones y ha reducido los costes de la tecnología. En la Hoja de Ruta original de la AIE de 2021, las tecnologías que aún no estaban disponibles en el mercado representaban casi la mitad de las reducciones de emisiones necesarias para lograr cero emisiones netas en 2050. Esa cifra ha caído a alrededor del 35% en la actualización de este año.

Sin embargo, en esta década es necesaria una acción más audaz. En la ruta cero neto actualizada de este año, la capacidad mundial de energía renovable se triplica para 2030. Mientras tanto, la tasa anual de mejoras en la eficiencia energética se duplica, las ventas de vehículos eléctricos y bombas de calor aumentan drásticamente y las emisiones de metano del sector energético caen en un 75%. Estas estrategias, que se basan en tecnologías probadas y a menudo rentables para reducir las emisiones, en conjunto logran más del 80% de las reducciones necesarias para finales de la década.

La Hoja de Ruta describe una ruta hacia las cero emisiones netas para el sector energético global para 2050, pero reconoce la importancia de fomentar una transición equitativa, que tenga en cuenta las diferentes circunstancias nacionales. Por ejemplo, las economías avanzadas alcanzan el cero neto antes para dar más tiempo a las economías emergentes y en desarrollo. Y la vía cero neto logra el pleno acceso a formas modernas de energía para todos para 2030 a través de una inversión anual de casi 45.000 M$ anuales, poco más del 1% de la inversión del sector energético.

No obstante, mantener el rumbo implica que casi todos los países deben adelantar sus fechas objetivo para alcanzar las cero emisiones netas. También depende de movilizar un aumento significativo de la inversión, especialmente en las economías emergentes y en desarrollo. En la nueva vía cero, el gasto mundial en energía limpia aumentará de 1.800 M$ en 2023 a 4,5 b$ anuales a principios de la década de 2030.

En el escenario actualizado de cero emisiones netas, un enorme aumento de la capacidad de energía limpia impulsado por medidas políticas hará que la demanda de combustibles fósiles sea un 25% menor para 2030, lo que reducirá las emisiones un 35% en comparación con el máximo histórico registrado en 2022. Para 2050, la demanda de combustibles fósiles cae en un 80%. Como resultado, no se necesitan nuevos proyectos de petróleo y gas a largo plazo. Tampoco nuevas minas de carbón, las ampliaciones de minas o las nuevas plantas de carbón no cesan. No obstante, se requiere una inversión continua en algunos activos de petróleo y gas existentes y en proyectos ya aprobados. Es vital secuenciar el aumento de la inversión en energía limpia y la disminución de la inversión en suministro de combustibles fósiles si se quieren evitar aumentos dañinos de precios o excesos de oferta.

Según el informe, para construir un sector energético con cero emisiones netas será clave contar con cadenas de suministro más resilientes y diversas para tecnologías de energía limpia, también jugarán un papel fundamental los minerales críticos necesarios para fabricarlas. Sin embargo, es igualmente vital que las cadenas de suministro permanezcan abiertas, dado el ritmo y el alcance del desarrollo de la energía limpia requerido.

El informe destaca la importancia de una cooperación internacional más sólida para limitar el calentamiento global a 1,5 °C. Advierte que no aumentar suficientemente la ambición y la implementación de aquí a 2030 crearía riesgos climáticos adicionales y haría que el logro del objetivo de 1,5 °C dependiera del despliegue masivo de tecnologías de eliminación de carbono, que son caras y no están probadas a escala. En el caso de acción diferida que examina el informe, si no se expande la energía limpia con suficiente rapidez para 2030, se tendrían que eliminar de la atmósfera casi 5.000 Mt de CO2 cada año durante la segunda mitad de este siglo. Si las tecnologías de eliminación de carbono no funcionan a tal escala, no sería posible devolver la temperatura a 1,5 °C.

 

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