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La UE establece un paquete de medidas de emergencia para acelerar la implantación de las energías renovables

La Comisión Europea ha presentado un nuevo paquete de medidas temporales y específicas para acelerar la implantación de renovables, que complementan el trabajo de la UE en esta línea como las medidas del Pacto Verde Europeo o las acciones para hacer frente a la crisis energética. La propuesta persigue simplificar y permitir la instalación acelerada de equipos solares en estructuras artificiales, la repotenciación de instalaciones renovables, y facilitar una implantación más rápida de las bombas de calor. También concede a las plantas de energía renovable la categoría de interés público superior, a fin de eliminar los cuellos de botella en los nuevos procedimientos de concesión de permisos.

El empeoramiento experimentado durante el verano de las perturbaciones en el suministro energético y los precios impulsadas por la invasión rusa de Ucrania han hecho que sea más urgente que nunca acelerar la implantación de energías renovables en la UE. Por una parte, una mayor cuota renovable reducirá inmediata y estructuralmente la demanda de combustibles fósiles de la UE en los sectores de: electricidad, calefacción y refrigeración, industria y transporte, lo que contribuirá al objetivo de eliminar lo antes posible la dependencia de la UE de los combustibles fósiles rusos, tal y como establece el plan REPowerEU. Además, gracias a sus bajos costes operativos, las renovables tienen un impacto positivo en los precios de la energía en toda la UE.

Esta propuesta pretende complementar al plan REPowerEU con medidas más inmediatas y dar curso rápidamente a la petición del Consejo Europeo de acelerar la simplificación de los procedimientos de concesión de permisos y acelerar la implantación de energías renovables y las redes de electricidad, incluso mediante medidas de emergencia.

Teniendo en cuenta la magnitud de la crisis energética, su impacto social, económico y financiero y la necesidad de actuar lo más rápidamente posible, la propuesta se concibe como una medida temporal de emergencia, a través de un Reglamento del Consejo basado en el artículo 122 del Tratado de Funcionamiento de la UE. Una vez adoptado por el Consejo, entrará en vigor con carácter de urgencia y será directamente aplicable en todos los Estados miembros. Se aplicará durante un año y durará el tiempo necesario para la adopción y transposición de la Directiva relativa a las fuentes de energía renovables, sobre la que actualmente debaten los colegisladores, en todos los Estados miembros.

La propuesta de Reglamento no cambia los objetivos en materia de renovables del Plan REPowerEU, sino que pretende abordar los cuellos de botella en los procedimientos de concesión de permisos que obstaculizan la implantación acelerada de proyectos de renovables. Según las previsiones, 2022 será un año récord en cuanto a capacidad renovable adicional, que se espera que sea superior a 50 GW. Se calcula que solo las instalaciones de fotovoltaica alcancen un aumento de capacidad de 40 GW, mayoritariamente en el sector de instalaciones sobre tejado. No obstante, para alcanzar el objetivo de 2030 incluido en la Estrategia de Energía Solar de la UE, esta tasa de instalación aún debe aumentar en un 50% hasta alcanzar los 60 GW/año.

Estas medidas urgentes se pueden aplicar con rapidez por los Estados miembros, sin que sea necesario introducir cambios de calado en sus procedimientos y sistemas jurídicos nacionales.

Algunas de estas medidas son de carácter general, como introducir la presunción de que los proyectos de energías renovables revisten un interés público superior a efectos de la legislación medioambiental pertinente, o introducir aclaraciones sobre el ámbito de aplicación de determinadas Directivas medioambientales. Otorgar esta presunción permitirá estas plantas se beneficien con efecto inmediato de una evaluación simplificada para la aplicación de las excepciones específicas previstas en la legislación medioambiental de la UE. Además, la propuesta aclara el ámbito de aplicación de determinadas normas previstas en las Directivas de la UE sobre aves y hábitats con el fin de eliminar los cuellos de botella en el proceso de concesión de permisos para determinados proyectos renovables.

Las centrales de energía renovable existentes se han construido normalmente en emplazamientos con un importante potencial de energía renovable, lo que hace que sea fundamental mantener estos emplazamientos en funcionamiento en lugar de desmantelar las instalaciones. Por otro lado, la repotenciación de instalaciones renovables que se aproximan al final de su vida útil es también una opción para aumentar la producción renovable con el menor impacto posible en la infraestructura de red y el medio ambiente. La propuesta simplifica el proceso de concesión de permisos aplicable a la repotenciación de los proyectos renovables mediante la inclusión de todas las evaluaciones medioambientales pertinentes en el nuevo plazo máximo de seis meses. La propuesta también especifica que las evaluaciones medioambientales deben limitarse a evaluar las posibles repercusiones de la modificación o ampliación respecto del proyecto original. Además, introduce un procedimiento simplificado para las conexiones a la red en los casos en que la repotenciación no supere un aumento del 15% de la capacidad total respecto del proyecto original.

Otras medidas se centran en tecnologías específicas, como la energía solar fotovoltaica, por tratarse de una de las fuentes de electricidad más baratas disponibles y que puede implantarse rápidamente, beneficiando directamente a los ciudadanos y las empresas. Del mismo modo, una rápida implantación de bombas de calor, que suelen sustituir a calderas de gas, acelera la transición para reducir el uso de gas en la calefacción.

La propuesta solo concede excepciones al requisito de realizar una evaluación de impacto ambiental específica a dos categorías concretas de instalaciones solares, que es probable que tengan un impacto mínimo sobre el medio ambiente. La primera es la instalación de paneles solares en tejados de edificios, así como en aparcamientos, tejados de naves, a lo largo de la infraestructura de transporte o en cualquier otra estructura artificial con excepción de las superficies de agua artificiales. Con la nueva norma, la autorización de este tipo de instalaciones no podrá exceder un mes siempre que el objetivo principal de estas estructuras no sea la generación de energía solar. Esta regulación afecta a las instalaciones de autoconsumo, especialmente a las industriales, pero excluye a las plantas a gran escala ya que su objetivo principal es la generación de energía.

La segunda son pequeñas instalaciones de menos de 50 kW de capacidad, que es improbable que tengan efectos adversos importantes sobre el medio ambiente o la red, o planteen problemas de seguridad. La propuesta racionaliza el proceso de concesión de permisos aplicable a estas instalaciones mediante la introducción del silencio administrativo positivo, de forma que la falta de respuesta por parte de la administración en el plazo de un mes dará por concedida la autorización.

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