El éxito de la transición energética demanda una inversión de 35 b$

La transición energética global está descarrilada, agravada por los efectos de las crisis globales, ahora el avance del informe World Energy Transitions Outlook 2023 de IRENA pide corregir drásticamente el rumbo de la transición energética. En menos de 30 años se debe producir una transformación profunda y sistémica del sistema energético global. Las medidas de mitigación sectoriales y la eliminación de los combustibles fósiles son necesarias, pero insuficiente para cambiar a un sistema energético dominado por las renovables. El foco debe pasar de la oferta a la demanda, hacia la superación de los obstáculos estructurales que impiden el progreso. El avance del informe de IRENA propone tres pilares prioritarios de la transición energética: la infraestructura física, los facilitadores normativos y una fuerza laboral bien cualificada; lo que demanda una inversión significativa y nuevas formas de cooperación en las que todos los actores pueden participar en la transición y desempeñar un papel óptimo.

 

Foto cortesía de IRENA

 

El avance del informe muestra que la escala y el alcance del cambio están muy por debajo de la ruta 1,5 °C. Se han logrado avances, especialmente en el sector energético, donde las energías renovables representan el 40% de la capacidad de generación de energía instalada a nivel mundial, representando una cifra sin precedentes, un 83%, de las adiciones de energía a nivel mundial en 2022.

Pero para mantener vivo el objetivo 1,5 °C, los niveles de implementación deben aumentar de unos 3.000 GW actuales a más de 10.000 GW en 2030, un promedio de 1.000 GW al año. El despliegue también está limitado a ciertas partes del mundo. China, la Unión Europea y Estados Unidos representaron dos tercios de la nueva potencia instalada el año pasado, dejando a las naciones en desarrollo aún más rezagadas.

El avance del informe advierte que la falta de progreso aumenta aún más las necesidades de inversión y pide un cambio sistemático en el volumen y tipo de inversiones para priorizar la transición energética.

Si bien la inversión mundial en tecnologías de transición energética alcanzó un nuevo récord 1.3 b$ en 2022, las inversiones anuales deben más que cuadruplicarse para llegar a más de 5 b$ para mantenerse en el camino 1,5 °C. Para 2030, las inversiones acumuladas deben ascender a 44 b$, con las tecnologías de transición energética representando el 80% del total, o 35 b$, priorizando la eficiencia, la electrificación, la expansión de la red y la flexibilidad.

Imagen cortesía de IRENA

 

Cualquier nueva decisión de inversión debe evaluarse cuidadosamente para impulsar simultáneamente la transición y reducir el riesgo de activos bloqueados. Alrededor del 41% de la inversión planificada para 2050 sigue estando destinada a los combustibles fósiles. Alrededor de 1 b$ de inversión anual en combustibles fósiles planificada para 2030 debe redirigirse hacia tecnologías e infraestructuras de transición para mantener el objetivo 1,5 °C al alcance.

Además, se requiere la intervención del sector público para canalizar las inversiones hacia los países de manera más equitativa. En 2022, el 85% de la inversión mundial en energías renovables benefició a menos del 50% de la población mundial. África representó solo el 1% de la capacidad adicional en 2022. El informe Global Landscape Of Renewable Energy Finance 2023 de IRENA confirma que las regiones que albergan alrededor de 120 mercados emergentes y en desarrollo continúan recibiendo comparativamente poca inversión.

 

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