‘Consumo responsable’ o el poder de nuestra decisión de compra

En este artículo, May López, directora de Desarrollo de la plataforma Empresas por la Movilidad Sostenible, coordinadora de los Premios Internacionales de Movilidad y del movimiento entregasostenible.org, nos pone frente a una realidad, de la que probablemente no siempre seamos conscientes, que es la del impacto social, económico y ambiental del comercio electrónico y de cómo, cada uno de nosotros, los consumidores, con nuestras decisiones de compra podemos cambiar esta situación al apoyar a organizaciones, productos y servicios que impulsan la sostenibilidad ambiental, económica y social.

 

Foto cortesía de: Empresas por la Movilidad Sostenible

 

El comercio electrónico ha batido un nuevo récord de facturación en España al aumentar un 33,1% interanual en el segundo trimestre de 2022 hasta alcanzar los 18.190 M€, según los últimos datos publicados por la CNMC. Y es que no hay duda de que el e-commerce es necesario y ha llegado para quedarse. Sin embargo, no debemos olvidar su impacto social, económico y ambiental.

Ya en 2019 -cuando la penetración del comercio electrónico era menor- un solo marketplace destruía 5 trailers de mercancía al día en la Comunidad de Madrid. Y esto es solo un ejemplo, pues el B2C provoca grandes ineficiencias e impactos negativos en sus procesos al caracterizarse por la entrega desconsolidada de pequeñas cantidades de pedido en domicilios particulares, la superurgencia, las devoluciones, el exceso de embalaje o las estrategias de neuromarketing, que incentivan un consumo masivo, entre otros.

Impactos que hemos ido identificando y analizando desde entregasostenible.org y compartido en el Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA) dentro del Comité Técnico sobre e-commerce. Y es que, aun habiendo avanzado en el mundo analógico -en el sentido de que somos conscientes de la importancia del cumplimiento legal relativo a la publicidad engañosa o la dirigida a colectivos vulnerables como los menores, la compra venta de falsificaciones, la ley de residuos, la ley de envases, la ley de protección de datos, tributación fiscal, incluso las aplicables a por ejemplo la compra-venta de especies protegidas o productos prohibidos entre otras muchas-, cuando lo trasladamos al entorno digital se desvanecen o no se aplica en igualdad de condiciones. Esto genera unos impactos negativos que acabamos asumiendo entre todos.

Foto cortesía de: Empresas por la Movilidad Sostenible

 

Pero… ¿Qué podemos hacer los consumidores ante un escenario como este? Debemos ser conscientes de que con nuestra decisión de compra, es decir, cómo y dónde compramos, podemos cambiar el mundo. Jugamos un papel clave, pues según el estudio de EAE Business School, “La sostenibilidad en el e-commerce actual”, el 79,3 % de la población española mayor de 16 años es usuaria de e-commerce, lo que supone 28,6 millones de usuarios que compran por internet.

En nuestras manos está apoyar a organizaciones, productos y servicios que impulsan la sostenibilidad ambiental, económica y social. Porque tan importante es que el producto o servicio cumpla con estos criterios de sostenibilidad, como que la forma en la que se pone en el mercado también los cumpla.

Por ello, nació movimiento entregasostenible.org -en el marco de la European Green Week 2021- con el objetivo de poner en valor a todos los e-commerce comprometidos con la sostenibilidad ayudando a favorecer la toma de decisión consciente por parte del consumidor mediante su identificación con el logo entrega sostenible, promoviendo un consumo responsable entre la sociedad, generando un mayor compromiso con la sostenibilidad entre las organizaciones y empoderando a los consumidores como agentes de cambio con su decisión de compra.

Y es que, según el estudio mencionado anteriormente, el 88 % de los españoles considera relevante que los e-commerce ofrezcan información y opciones más sostenibles, tanto de productos/servicios como respecto a la entrega de estos y tres de cada cuatro encuestados valoran un distintivo que identifique la sostenibilidad de las distintas tiendas de venta online.

Este movimiento ya cuenta con más de 60 miembros -sumando e-commerce y soluciones- y animamos a todas aquellas organizaciones que están impulsando un e-commerce sostenible a unirse al movimiento.  A través de distintos informes y del manifiesto al que se comprometen las organizaciones adheridas, compartimos recomendaciones para minimizar los impactos negativos e impulsar, con nuestra decisión de compra, impactos positivos.

Porque el e-commerce ha venido para quedarse, pero debemos garantizar que sea sostenible desde un punto de vista económico, ambiental y social. Y, aunque el consumidor no es responsable de los productos que se están poniendo en el mercado, de cómo se producen o cómo se comercializan, sí tiene el poder con su decisión de compra de penalizar a aquellas organizaciones que sí son responsables de la insostenibilidad del producto/servicio que comercializan -y los impactos que generan en la sociedad- y de premiar a las organizaciones que están comprometidas e impulsando cambios.

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