La UE construyó solo 16 GW eólicos en 2022: se debe restaurar la confianza de los inversores y acelerar la cadena de suministro
De acuerdo con el Informe Estadístico Anual de 2022, Wind energy in Europe, publicado por WindEurope, Europa construyó 19 GW de nueva capacidad eólica en 2022, 16 GW de ellos en la UE. Esto representa un 40% más que en 2021, pero es mucho menos de lo que se necesita para cumplir con los objetivos de la UE para 2030. Por otro lado, las inversiones en nuevos parques eólicos y nuevos pedidos de aerogeneradores se redujeron en 2022: debido a las intervenciones gubernamentales inútiles en los mercados de la electricidad y a la inflación. La UE y los gobiernos nacionales deben restaurar la confianza de los inversores, y comprometerse de manera proactiva para apoyar la cadena de suministro eólica europea y permitirle crecer.
Europa construyó 19 GW de nueva capacidad eólica en 2022, el 87%, en tierra y solo 2,5 GW correspondientes a nuevos parques eólicos marinos. Con estos 19 nuevos GW Europa cuenta ya con una capacidad eólica instalada de 255 GW. Alemania fue el país que más capacidad añadió, seguida de Suecia, Finlandia, Francia y Reino Unido. Europa tiene ahora 255 GW de capacidad de energía eólica.
De los 19 GW eólicos añadidos en 2022, la UE-27 construyó 16 GW un 40% más que en 2021, pero insuficiente para alcanzar los objetivos de la UE.
Entre 2023 y 2027, WindEurope estima que la UE añada de media 20 GW eólicos cada año. Pero esto no sería suficiente para alcanzar los objetivos de energía y clima de la UE, pues sería necesario construir, en promedio, 31 GW cada año hasta 2030. Eso se puede lograr si Europa: (a) continúa simplificando las reglas y procedimientos de permisos; (b) restablece señales claras para los inversores; y (c) invierte sustancialmente en la cadena de valor eólica: fábricas, redes, puertos, embarcaciones y trabajadores cualificados.
Mejorando los procesos de autorización
Europa finalmente está progresando en la simplificación de las normas y procedimientos de autorización. La nueva estrategia energética de la UE, REPowerEU, ha ayudado mucho. Las medidas de emergencia del año pasado sobre los procedimientos de autorización consagraron por primera vez que la expansión de las energías renovables es de "interés público superior". En Alemania, el interés público primordial ya está desbloqueando proyectos de eólicos que se habían estancado en casos judiciales.
La revisión en curso de la Directiva de Energías Renovables es clave. Los diálogos a tres bandas realmente deben poner mejoras sobre la mesa: consagrar el interés público primordial en la Directiva, una definición más clara del plazo de autorización de 2 años; un enfoque basado en la población para la protección de especies; y nuevas normas sobre repotenciación.
“Los gobiernos están comenzando a simplificar sus reglas y procedimientos de autorización para nuevas energías renovables. Alemania está liderando el camino, duplicando su tasa de nuevos permisos de eólica terrestre en comparación con hace tres años. Su tiempo promedio de aprobación se ha reducido a dos años. Otros deben seguir su ejemplo. La obtención de permisos sigue siendo el cuello de botella número uno para la expansión de la energía eólica en Europa”, dice el director ejecutivo de WindEurope, Giles Dickson.
La inflación y las intervenciones de mercado socavan la inversión
La participación la eólica en el consumo de electricidad de Europa está creciendo. Si consideramos la EU27 más Reino Unido esta cuota se sitúa hora en el 17%. La Comisión Europea quiere que la energía eólica represente el 43% del consumo de electricidad de la UE para 2030. Pero en este momento, las nuevas inversiones y los pedidos de aerogeneradores están cayendo. En 2022, solo se anunciaron 13 GW de nuevas inversiones en parques eólicos. Ni un solo parque eólico marino llegó a la decisión final de inversión. Los pedidos de aerogeneradores cayeron un 47% en 2021 hasta los 11 GW.
Hay dos razones por las que las inversiones eólicas están cayendo.
La primera es la alta inflación en los precios de los insumos, que no se refleja suficientemente en los ingresos de los desarrolladores. Los costes más altos de los productos básicos y otros insumos han agregado un 25-40% al precio de los aerogeneradores, pero los desarrolladores de parques eólicos a menudo se ven atrapados en una base de ingresos que no está en línea con los costes. Los gobiernos deben indexar completamente sus tarifas y precios de subastas.
La segunda razón es una serie de intervenciones inútiles en los mercados de electricidad por parte de diferentes gobiernos nacionales, que han socavado gravemente la confianza de los inversores. La próxima reforma de la UE del diseño del mercado eléctrico debe restaurar urgentemente esta confianza. Debe dejar claro que las medidas de emergencia son temporales y deben armonizarse entre los Estados miembros. Los contratos por diferencia desempeñarán un papel clave para las nuevas inversiones. Pero también se debe permitir a los inversionistas financiar sus proyectos con Acuerdos de Compra de Energía (PPA) y sobre una base puramente comercial si eso es lo que les funciona mejor.
Fortalecer la cadena de suministro eólica de Europa
La cadena de suministro de la energía eólica en Europa continúa luchando con los bajos volúmenes (debido a los cuellos de botella de los permisos sin resolver) y la inflación en los costes de los insumos. Pero necesita crecer urgentemente: Europa no tiene suficientes fábricas para construir todos los aerogeneradores nuevas que necesita.
La Ley de la Industria Cero Neto de la UE debería flexibilizar las normas sobre ayudas estatales y facilitar las subvenciones y la financiación de inversiones en nuevas plantas e infraestructuras. Los créditos fiscales a la inversión nacional tienen un papel clave que desempeñar. Y se debe permitir que el Banco Europeo de Inversiones financie inversiones en plantas concretas.
La idea de que Alemania y Francia se beneficiarán mucho más que otros de esto es errónea. Por ejemplo, se acaban de anunciar nuevas inversiones para la fabricación de cimentaciones marinas en España y Países Bajos, Grecia está mejorando una planta de cables y Polonia está atrayendo inversiones para nuevas fábricas de aerogeneradores e infraestructuras portuarias.
