La capacidad mundial de captura de carbono se multiplicará por seis para 2030
La capacidad global de captura de carbono se multiplicará por seis desde el nivel actual hasta llegar 279 Mt de CO2 capturadas por año en 2030, según el informe CCUS Market Outlook 2022 recientemente publicado por BloombergNEF (BNEF). El drástico crecimiento de este mercado ha llevado a un aumento del 44% en la capacidad esperada para 2030 en comparación con los pronósticos del año pasado. Buen ejemplo de este crecimiento es que en lo que va de 2022 se han invertido más de 3.000 M$ en proyectos de captura de carbono.
La captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS) es una tecnología clave necesaria para descarbonizar sectores cuyas emisiones son difíciles de reducir, como las industrias petroquímica y del cemento, y para proporcionar energía limpia 24/7 a través de plantas de gas equipadas con equipos de captura. Aún así, a pesar de una aceleración significativa en el sector en los últimos dos años, la capacidad mundial de captura de carbono no se está implementando lo suficientemente rápido como para cumplir con los objetivos climáticos al final de la década, según una nueva investigación de BNEF.
Hoy en día, la mayor parte de la capacidad de captura se utiliza para recolectar CO2 de las plantas de procesamiento de gas natural y se utiliza para la recuperación mejorada de petróleo. Para 2030, la mayor parte de la capacidad de captura se utilizará para el sector eléctrico, para la producción de hidrógeno y amoníaco de bajas emisiones de carbono, o para reducir las emisiones de fuentes industriales.
La cantidad de CO2 que se captura hoy es de 43 Mt, o el 0,1% de las emisiones globales. Si todos los proyectos probables que se han anunciado se pusieran en marcha, se capturarían 279 Mt de CO2 cada año para 2030, lo que representaría el 0,6% de las emisiones actuales.
El destino del CO2 capturado también debe cambiar significativamente con respecto al statu quo. En 2021, alrededor del 73% del CO2 capturado se destinó a operaciones de recuperación mejorada de petróleo. Para 2030, el almacenamiento de CO2 bajo tierra superará a la recuperación de petróleo como destino principal del CO2, y el 66% se destinará a sitios de almacenamiento dedicados. Este cambio está siendo impulsado por una legislación que incentiva el almacenamiento sobre la utilización de CO2, y por proyectos que apuntan a utilizar la captura y almacenamiento de carbono como ruta de descarbonización y deben almacenar el CO2 para cumplir con sus objetivos.
La captura y almacenamiento de carbono está empezando a superar su mala reputación. Ahora se está implementando como una herramienta de descarbonización, lo que significa que el CO2 debe almacenarse. La falta de sitios de transporte y almacenamiento de CO2 cerca de fuentes industriales o de generación de energía podría ser un cuello de botella importante para el desarrollo de este tipo de proyectos. Pero ya se está viendo un gran aumento de estos proyectos para satisfacer esa necesidad.
A pesar del rápido crecimiento en los anuncios de proyectos de captura, la industria aún está lejos de hacer mella en las emisiones globales. Para estar en camino de un calentamiento neto cero y de menos de 2 ºC para 2050, sería necesario capturar entre 1.000 y 2.000 Mt de CO2 en 2030, un orden de magnitud más alto que los planes actuales. Los legisladores han reconocido este desajuste y están aumentando su apoyo a la industria.
La Ley de Reducción de la Inflación aprobada en EE.UU. aumentó los créditos fiscales para los proyectos de captura, utilización y almacenamiento en un 70%, lo que constituye un caso comercial viable para la tecnología en sectores como el petroquímico, el del acero y el cementero y, en algunas regiones, para el sector energético. Incentivos como estos significan que países, como EE.UU., seguirán siendo líderes mundiales de esta tecnología. Los créditos fiscales de EE.UU. ahora son muy generosos, y la ley está configurada para potenciar los anuncios de proyectos en los sectores del etanol y petroquímico, así como en la captura directa de aire, para proporcionar compensaciones de carbono de alta calidad para el mercado voluntario.
Incluso antes de esta legislación, la captura directa de aire estaba en auge. El capital de riesgo ha invertido más de 1.000 MS en la tecnología este año, más que la cantidad total invertida hasta este momento. Las empresas ya se están volviendo más ambiciosas en sus proyectos. Poco después de que EE.UU. aprobara su Ley de Reducción de la Inflación, se anunció un proyecto para construir un proyecto de 5 Mt de capacidad de eliminación de carbono en Wyoming.
