Las fuentes de bajas emisiones cubrirán casi todo el crecimiento de la demanda mundial de electricidad en los próximos tres años

Según el informe Electricity Market Report de la AIE, las energías renovables dominarán el crecimiento del suministro mundial de electricidad durante los próximos tres años, ya que se prevé que, junto con la energía nuclear, cubran la gran mayoría del aumento de la demanda mundial de electricidad hasta 2025. Esto hace improbable un aumento significativo de las emisiones de carbono del sector eléctrico.

 

Tras experimentar una leve desaceleración en 2022, creciendo un 2%, en medio de las turbulencias creadas por la crisis energética mundial y las condiciones climáticas excepcionales en algunas regiones, se espera que el crecimiento de la demanda mundial de electricidad se acelere a un promedio del 3% en los próximos tres años, de acuerdo con las conclusiones del informe Electricity Market Report de la AIE. Las economías emergentes y en desarrollo de Asia son las fuerzas impulsoras detrás de esta aceleración respecto del 2,4% de crecimiento promedio de la demanda registrado durante el período 2015-2019.

Se espera que más del 70% del aumento en la demanda mundial de electricidad durante los próximos tres años provenga de China, India y el sudeste asiático, aunque persisten incertidumbres considerables sobre las tendencias en China a medida que su economía emerge de las estrictas restricciones del COVID. Actualmente, se prevé que la participación de China en el consumo mundial de electricidad aumente para batir un nuevo récord al representar un 33% para 2025, frente al 25% que representaba en 2015. Al mismo tiempo, las economías avanzadas buscan expandir el uso de electricidad para desplazar a los combustibles fósiles en sectores como el transporte, la calefacción y la industria.

La creciente demanda mundial de electricidad se acelerará, agregando más del doble del consumo actual de electricidad de Japón en los próximos tres años”, declara el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol. “La buena noticia es que las energías renovables y la energía nuclear están creciendo lo suficientemente rápido como para satisfacer casi todo este apetito adicional, lo que sugiere que estamos cerca de un punto de inflexión para las emisiones del sector eléctrico. Los gobiernos ahora deben permitir que las fuentes de bajas emisiones crezcan aún más rápido y reduzcan las emisiones para que el mundo pueda garantizar un suministro seguro de electricidad mientras alcanza sus objetivos climáticos”.

Según las tendencias actuales, se espera que en los próximos años, en la Unión Europea, disminuya la generación de energía a base de gas natural, caída que se verá compensada por un crecimiento significativo en Oriente Medio. A su vez, los fuertes aumentos de los precios del gas natural ocasionados por la crisis energética, han elevado los precios de la electricidad en algunos mercados, particularmente en Europa, lo que ha abierto el debate en los círculos políticos sobre las reformas del diseño del mercado eléctrico.

Mientras tanto, es probable que las disminuciones esperadas de la generación a carbón en Europa y las Américas se vean acompañadas por un aumento en la región de Asia y el Pacífico, a pesar de los aumentos en el despliegue de energía nuclear y el reinicio de plantas en algunos países como Japón. Esto significa que después de alcanzar un máximo histórico en 2022, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de la generación de energía mundial se mantendrán en el mismo nivel hasta 2025.

El fuerte crecimiento de las energías renovables significa que se prevé que su participación en el mix global de generación eléctrica aumente del 29% en 2022 al 35% en 2025, con una caída de la participación de la generación a carbón y gas. Como resultado, la intensidad de CO2 de la generación de electricidad a nivel mundial seguirá disminuyendo en los próximos años. Sin embargo, Europa se opuso a esta tendencia mundial el año pasado. La intensidad de CO2 de la generación de electricidad en Europa aumentó, como resultado de un mayor uso del carbón y el gas en medio de fuertes caídas en la producción tanto hidroeléctrica, debido a la sequía, como nuclear, debido al cierre y mantenimiento de plantas. Sin embargo, este revés será temporal, ya que se espera que las emisiones de la generación de electricidad disminuirán en Europa alrededor de un 10% de media anual hasta 2025.

Las tendencias de la demanda de electricidad variaron ampliamente según la región en 2022. El consumo de electricidad de India aumentó considerablemente, mientras que el crecimiento de China fue más moderado debido a su política cero COVID, que influye mucho sobre la actividad económica. Estados Unidos registró un sólido aumento de la demanda, impulsado por la actividad económica y una mayor demanda residencial en medio de un verano más caluroso y un invierno más frío de lo normal.

La demanda en la Unión Europea se contrajo debido a un clima invernal inusualmente suave y una disminución del consumo de electricidad del sector industrial, lo que redujo significativamente la producción debido a los altos precios de la energía y las interrupciones en el suministro causadas por la invasión de Ucrania por parte de Rusia. La disminución del 3,5% de la demanda de la UE fue su segundo descenso porcentual más grande desde la crisis financiera mundial de 2009, siendo el descenso más grande la contracción excepcional generada por el shock del COVID en 2020.

El nuevo informe de la AIE señala que la demanda y el suministro de electricidad en todo el mundo dependen cada vez más del clima, y las condiciones extremas son un tema recurrente en 2022. Además de la sequía en Europa, hubo olas de calor en India, lo que resultó en el pico más alto en la demanda de energía del país. Del mismo modo, las regiones central y oriental de China se vieron afectadas por olas de calor y sequías, lo que provocó un aumento de la demanda de aire acondicionado en medio de la reducción de la generación hidroeléctrica en la provincia de Sichuan. Estados Unidos también experimentó severas tormentas de invierno en diciembre, lo que provocó cortes de energía masivos.

Esto resalta la necesidad de una descarbonización más rápida y un despliegue acelerado de tecnologías de energía limpia, según el informe. Al mismo tiempo, a medida que la transición a la energía limpia se acelera, el impacto de los fenómenos meteorológicos en la demanda de electricidad se intensificará debido a la mayor electrificación de la calefacción, mientras que la proporción de energías renovables dependientes del clima seguirá aumentando su peso en el mix de generación. En un mundo así, será crucial aumentar la flexibilidad de los sistemas energéticos mientras se garantiza la seguridad de suministro y la resiliencia de las redes.

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